Invento este término, y me declaro una públicamente.
Así como está la Dendrofilia que identifica a personas que les atrae las plantas y árboles a nivel sexual. Cristalofilia sería para mí el término a todas aquellas que hoy se sienten atraídas por los Huevos Yonis y/o Varas de Palcer
Me gustaría compartirles cómo fue este camino y en mi experiencia qué fue lo sanador.
En cuerpos que han pasado por situaciones de abuso y violencia, nos es muy difícil abrirnos y confiar en un otre o entregaros a la vulnerabilidad de sentir placer.
Nuestro sistema nervioso despliega una serie de defensas y protecciones muy inteligentes para las heridas traumáticas al momento de vincularnos sexualmente con una misma o un otre, como disociación (irse del cuerpo, estar en otro lado ya sea pensar en otra cosa o fantasía), paralización (no sentir nada), adulación (hacer todo para el goce del otro sin registro de mi cuerpo) o puede estar en estado de defensa como dolor (avisa que eso es peligroso), evitación y huida (no poder hacer contacto con eso), lucha (devorar al otre o a mí misma en sólo descarga, como si me quisiera sacar de encima rápido la situación).
Aclaro como siempre porque cada cuerpo es un misterio que esto no se da conscientemente, y a la vez tampoco es tan lineal. Lo que comparto me baso en fisiología del trauma y danza terapia, mezclado con Reich, Lowen, Myer, Porges y Levin, pero sobretodo, en mi propio viaje y en los que acompaño.
¿Ahora bien, entonces? Cómo los Cristales pueden colaborar a estos procesos.
En principio, un Cristal no es un humano. Ya eso es un montón, en el sentido que no tiene el bagaje de personalidad, ni ser ese misterio tan hermoso que es otro humano pero para algunas enfrentarnos con eso da miedo, porque básicamente, excedieron nuestros límites y fue peligroso.
Entonces hay algo de poder “controlar” o saber que no nos va a hacer daño, y que podemos ir manejando la situación a nuestros ritmos, tiempos, formas. Haciendo lugar al descubrimiento de nosotras mismas, en qué nos gusta, cómo, cuándo y dónde, por ejemplo.
Segundo, que no se mueven. No es algo que tiene movimiento propio como otro ser humano o un vibrador, eso hace que podamos sentirnos a nosotras mismas. Hay algo de la conciencia que viaja hacia nuestro cuerpo, que aterriza gracias a la quietud de los Cristales.
Tercero, la piezoelectricodad. Acá me pongo un poco más técnica.
¿Sabías que tenemos Cuarzo en nuestro Cuerpo, en el Sistema Fascial? Nuestro tejido conjuntivo contiene silicio (Cuarzo). Es por eso que los Cristales por resonancia generan “energía limpia” o sea chispazos llamado piezoelectricidad y pueden encender y activar nuestro sistema inteligente corporal. Esto es que, si como ya sabemos, el trauma es la energía que no pudimos metabolizar y quedo estancada en nuestro tejido conectivo en las fascias, con el contacto y el movimiento entre silicio (cuarzo del cristal y tu cuerpo) generan estas chispas que sacuden las enquistaciones. (No es mágico esto, sino que conlleva ponerle cuerpo)
Un poco más nerdisimo, es que el silicio es el responsable de la unión de los Glicosaminoglicanos(GAG) y los Poli-urónicos, por lo cual es un “puente” indispensables entre esas dos sustancias claves que determinan la formación estructural del tejido conectivo. Interacción con el colágeno, elastina y proteoglicanos asegurando una óptima organización y conexión, esto significa que son indispensables para generar nuevos circuitos en nuestro Sistema Nervioso que traigan una actualización del ahora, y no seguir loopeando en el pasado (trauma), colaborando en lo que se llama neuroplasicidad.
Entonces, tanto las Huevos como las Varas, al estar en nuestro canal vaginal, o vulva, o abdomen o cualquier parte de nuestro cuerpo, en un proceso consciente y seguro, puede invitarnos a una transformación muy profunda y tangible.
Cuarta, es la forma. La forma ovoide o fálica, arquetípicamente conectan con nuestro subconsciente, es un lenguaje geométrico que si nos copa podemos entrar a explorar esos mundos que nos recorren por dentro sin darnos cuenta, y nos manejan bastante la vida.
Quinta, la frecuencia de cada cristal. Es constante y no cambia. Les humanes, plantas y animales nuestra energía cambia constantemente, somos una montaña rusa que depende del entorno en el que estamos y la situación que estamos viviendo, o sea vamos mutando. Los Cristales no, pueden extinguirse dinosaurios, que se inunde el mundo ellos siguen igual, mismo patrón molecular, misma vibración. Y eso, en nuestra percepción y campo sutil, es seguro y contenedor. Y así, podemos estar contenidas y cómodas para poder explorarnos.
Sexta, Vienen del centro del planeta, y en mi viaje es hacer el amor con la Tierra. Ufff!
Y última, no sé por qué me atraen. Me recorre el Misterio. Lo que, si sé, es lo bien que me lo paso, y la potencia y transformación que siento al vincularme con ellos.
Por eso, APÓSTOLAS DEL PLACER, es un viaje alquimico con las Huevas Yonis en un marco de propuestas tántricas para poner encarnar, actualizar y transformar nuestro vínculo con la sexualidad, la creatividad y el encuentro con la Vida.
Si sentís ser parte de esto te dejo el link :