Hasta lo profundo, ahí donde no nos animamos. Caída libre. Sin aire. Quietud.
Ahí.
Encontré mi corazón ...
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Agua como liberación. El esfume de los límites. La unidad del Todo.
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Movimiento eterno que invita al interno. Eje en constante fluir.
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Lo sutil de la caricia.
La sencillez de respirar.
El vacío.
Profundo.
Re-nace la Confianza. La entrega.
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Los ojos acuáticos unen, no separan. Nuestro ojos son agua, y se inundan de ella cuando el mundo es hermoso o triste. Pero esta vez, deje que el agua me inunde a mi.
Me llene. Me completé de ella... y ahí.
Los bordes se desdibujaron y la Inmensidad me abrazó.
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Piel como Portal a mi Alma.
Ser.
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Hace tiempo que en la superficie me parecía todo raro. Casi inhabitable, superficie insostenible. Pero se necesitaba de valentía, confianza y sobre todo amor y contención de hermanas para ahogar todas mis máscaras, mis velos, mis miedos, mi juicios.. pero aunque sea por un breve tiempo, se abrió la eternidad.. y ahí me vi.
Me reconocí ...
Y ahora sé...
Que en el fondo, sólo en el fondo me encuentro.
Nos encontramos. .
Gracias Agua por tu abrazo infinito. Gaia por tu sostén y tu Sanacion. Gracias hermanas por este renacer. Gracias Nadia por la valentía de vivir desde el corazón.
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(Anotaciones de un domingo por la mañana entre sirenas y otras algas🧜♀️).