Es palabra tan de moda pero que sigue costándonos habitarla.
Como si tendríamos que recordarnos el “Soltá”, para aprehender lo que siempre pasa y pasará.
Como si quisiéramos también controlar el soltar. Cuándo suelto, cómo suelto y que “hacer” para soltar.
Soltá el control de Soltar.
Queremos controlar, controlar las idas, la muerte, el dolor, las heridas.
La muerte es parte de vivir.
La ida es parte de la Bienvenida.
El dolor es parte del Amor.
El enojo es parte del Placer.
No se puede habitar sólo una sin la otra. En ningún lugar de este planeta es todo el día (día) o todo noche. Ni todos son soleados ni todos tormentosos.
Va a haber muerte , aunque quieras hacer que no existe.
Va haber idas por más que no quieras aceptarlas.
La Libertad incluye el libre albedrío. el libre albedrío incluye un pulso existencial. Una marea de sucesos.
El flujo de lo vivo existe antes y más allá de nosotras.
Podemos, o necesitamos, comprenderlo, conceptualizarlo y “hacer” a través de lógicas, técnicas, conocimiento y métodos, pero la existencia es anterior a todo eso.
La belleza de la existencia está en esa danza constante de todo lo que va siendo infinitamente todo el tiempo.
Si dejáramos de existir hoy, la tierra va a seguir con sus primaveras e inviernos, con sus muertes y vidas, con sus presas y crias, con sus plagas y florecimientos.
Mi vida vale igual que la de una hormiga. Y la agradezco y la honro!
Qué tal si dejamos de creer en la ilusión de que podemos controlar algo, y nos entregamos a surfear lo que está siendo?
Lo único que sé, es que hoy y por ahora: me tengo.
🍃El tantra, nos invita a explorar el arte de morir. Para vivir de pies y corazón, hay que saberse morir de pies a corazón.